Lhassa Apso

Nacionalidad: Tibet.

Origen: La raza es originaria del Tibet, dónde se le llama Abso Seng Kye, que significa "Perro centinela león ladrador". Es una raza antigua, que fue creada desde 800 a.c. por los monjes y los nobles tibetanos. Este perro participaba en las ceremonias religiosas y protegía los monasterios. El propio Dalai Lama mantenía algunos de estos perros en su corte, los cuales guardaban el palacio real y eran obsequiados a sus visitantes. Esta raza es capaz de soportar grandes alturas y, quizás debido a su sentido auditivo apurado, se decía que el Lhasa tenía una habilidad extraña para predecir avalanchas. No estaban a la venta y eran considerados un precioso regalo. Probablemente el Lhasa actual es el resultado de la cría de Tibetan Terriers de menor tamaño. El Lhasa Apso llegó a Europa en el siglo XX. Ingleses y estadounidenses fueron los pioneros en la introducción de este perro como animal doméstico en los años veinte y treinta. 
Descripción
: Es una raza pequeña pero robusta, de cabeza erguida y andar flexible. El pelo de la capa externa es largo, abundante, recto, de textura dura y debe tener una capa moderada de subpelo. El abundante pelo cae sobre la cabeza, las orejas y los ojos.
La cabeza debe estar cubierta de abundante pelo largo que caiga sobre los ojos. El cráneo es moderadamente estrecho, y el stop es mediano. Tiene ojos oscuros, de tamaño mediano, y de forma ovalada. Las orejas las tiene colgantes y cubiertas de abundantes flecos. Tiene una barba y bigotes bien desarrollados, y la nariz es negra. Los dientes deben unirse en una mordida de tijera o cruzada anterior.
Tiene cola de inserción alta, bien llevada sobre la espalda, pero no en forma "de asa de olla", y está cubierta de abundantes flecos. Puede ser de color dorado, arena, miel, gris oscuro, pizarra, humo, multicolor, negro, blanco o pardo. 
Carácter
El Lhasa Apso es un animal cariñoso y muy hogareño. Se le considera una excelente mascota, es vivaz pero tranquilo e ideal para dentro de la casa o el apartamento. De carácter alegre y alerta, el Lhasa posee un temperamento equilibrado y es seguro de si mismo, incluso necesita cierto grado de independencia que le permita moverse a sus anchas, un rasgo más felino que canino.
Pasear, dormir y que le mimen son sus actividades favoritas. Le encanta estar en casa y descansar. Su disposición hacia los niños es buena, pero se muestra prudente hacia los extraños y puede ser agresivo hacia otros perros. Se puede poner celoso de su persona favorita. Algo cauto con los extraños, el Lhasa es un buen centinela para el hogar, mientras que es muy amistoso con los visitantes bienvenidos. Es algo caprichoso y puede ser arisco si lo sorprenden o lo fastidian.
Utilización: Este pequeño can que más parece un juguete de peluche, era venerado como un símbolo sagrado por los tibetanos ya que se consideraba que traía buena suerte.


 
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